Si os gustan los pasteles salados, este es el pastel, el pastel por excelencia. A mi me vuelve loca y es sencillísimo de elaborar, como todas mis recetas. Y suelo llevarlo a casa de los amigos cuando nos reunimos y siempre triunfa. Así que animaos y probadlo, no os defraudará.
- Una base de bizcocho comprada ( Vienesa de Mercadona)
- 400 gr de nata
- 1 lata de palometa o dos
- 1 cuña de queso roquefort
- Dos puñados de nueces.
Es importante que en la medida de lo posible preparemos la mitad de la receta el día anterior a comernos el pastel, si es para cenar basta con prepararlo por la mañana.
Comenzaremos con el relleno. Abrimos la lata de palometa, vertemos su contenido en un baso de batidora, incluido el aceite. Batimos muy bien y reservamos.
Utilizaremos un molde desmoldable de bizcocho para montar el pastel. Abrimos la base de bizcocho. Vienen tres planchas y utilizaremos las tres.
Colocamos la primera en el molde de bizcocho y untamos con la mitad de la palometa que hemos reservado antes. Sobre esta plancha montamos la siguiente y volvemos a hacer lo mismo, untamos con la otra parte de palometa. Montamos la tercera plancha de bizcocho. Ahora hay que dejarlo unas horas reposar y sería ideal si le colocamos algo de peso encima para que se empape bien y quede más jugoso. Si os gusta mucho la palometa. Podéis hacer 2 latas.
Un poco antes de servirlo terminamos el pastel. En el baso de la batidora añadimos la nata, la cuña de queso y un puñado de nueces. Batimos bien y napamos todo el pastel. El resto de la salsa se sirve en salsera en la mesa. Decoramos con nueces picadas o enteras.
¡Ya me contaréis!
Publicado con Blogsy
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