miércoles, 16 de abril de 2014

Roscos de Semana Santa

Quiero dedicarle esta receta y mandársela con mucho cariño a mi compi Enrique, que hace unos meses que lo echo de menos, aunque se que él está mejor que yo. Un beso grande, Enrique.
Llegada la Semana Santa y en San Fernando hay varios olores característicos. Por un lado olor a azahar, que una vez caída la tarde destilan ese olor que te inunda y que te hace parar en seco y disfrutar de tanta belleza. Por otro lado, olor a incienso, que perfuma las calles junto con el olor a cera quemada de los penitentes que acompañan cada tarde a más de tres cofradías que sacan orgullos sus pasos a la calle después de un duro año de trabajo y preparación. Pero hay un olor que recuerdo desde pequeña, el olor a roscos, en concreto a los roscos de "La Victoria" pastelería de San Fernando que recientemente cumplía 100 años.
Recuerdo las largas colas de gente esperando poder comprar el cuarto o medio kilo de roscos calentitos, recién salidos del horno, ese horno que desprendía olores que te llamaban e invitaban a hacer cola.
Y es que he probado muchos roscos, unos con canela, otros con matalauva , otros avainillados, pero ninguno como los de San Ferrnando. Dicen, según he leído que son propios de la Semana Santa por dos cosas, una por su trenzado característico que recuerda a la corona de espinas que llevo Jesucristo y la otra es que están espaciados con clavos de olor, que recuerdan a los clavos con los que Cristo fue clavado en la cruz.
En fin, esta receta no se sí será fiel a la que utilizan nuestros pasteleros, pero aseguro que son muy muy parecidos. Espero que os gusten y me lo comentéis.

Ingredientes:
  • 1 kilo de harina para bizcochos
  • Entre 400 y 500 gr de azúcar (depende del dulzón que prefiráis)
  • 4 huevos
  • Una pizca de sal.
  • Una pizca de colorante amarillo.
  • Un chorrito de leche.
  • Un chorrito de aceite.
  • 9 gr de clavos de olor.
Preparación:
1.-Separamos las claras y las yemas y batimos las primeras a punto de nieve fuerte.

2.- Añadimos las yemas y el azúcar y mezclamos bien hasta dejar todo bien batido sin grumos.
3.- Agregamos la pizca de colorante y sal y mezclamos. Añadimos los clavos de olor, que previamente habremos molido en un molinillo dejándolos no demasiado molidos para podernos encontrar luego alguna pizca de clavo que nos de más intensidad en el bocado.
4.- Es hora ya de añadir la harina. Lo haremos poco a poco y comenzaremos removiendo con la pala de madera para posteriormente comenzar a amasar con las manos.
5.- Al final debe quedar una masa como la que veis. Dejaremos reposar envuelta en un paño durante una hora y comenzaremos a hacer los roscos.
Para comenzar a hacer los roscos debemos tener en cuenta que no deben ser demasiado gruesos ni demasiado pequeños.

Comenzaremos cortando un pellizco de masa con la que haremos un rulo de aproximadamente 40 cm de largo. Doblamos de punta a punta y enrollamos desde un extremo, cerramos ambas puntas y los colocamos en una bandeja de horno con papel vegetal en la base.
Los meteremos en el horno durante 20 minutos a 180º, serán 10-12 minutos si el horno tiene ventilador interior de turbo.
Los dejamos enfriar y listos para comer, ¡ya me contaréis!
¡Felices vacaciones a todos!

4 comentarios:

  1. Holaaa, que bonitos son estos roscos maja, no los he probado nunca pero tienen que estar buenísimos. Te lo has currado de lo lindo y aunque no sean como los de esa pastelería tan buena que dices, te estarán sabiendo a gloria.
    Un besooo

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    1. Gracias Marisa por tu comentario!!! Pues sí que me los he cerrado, que los he hecho en la aldea y hay mucha gente aquí. Así que hice más de la cuenta. Un beso

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  2. Pues no los conocía pero imagino lo ricos que estarán! y la forma trenzada es preciosa. Me los llevo. Un beso.

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    1. Pruébalos Carmina, seguro que te gustan!!
      Un beso y gracias por el comentario.

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