sábado, 30 de marzo de 2013

Bacalau a modo da Isabel

Vamos con otra recetilla de bacalao. Como ya sabéis a mi me encanta y cada vez que cocino bacalao intentó cambiar la receta y hacer una nueva. En este caso, y para ser honesta, la cocinera no he sido yo sino una amiga portuguesa, Isabel, ¿qué más se puede pedir?

Con esta receta me despido de mi adorada aldea portuguesa, Encoberta do Pindo donde hemos pasado unos días estupendos, no sin antes agredecer a Fernando e Isabel su hospitalidad y cariño. Y a mis papis, hermana, cuñado y mini sobrina por hacer estos días tan especiales. Os queremos mucho.

Ingredientes:

  • Un trozo de bacalao por persona (6 por ejemplo)
  • 2 cebollas
  • 2-3 dientes de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 3-4 pimientos verdes o rojos, al gusto.
  • Harina de trigo
  • Aceite de oliva

Preparación:

Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite de oliva. Pasamos los trozos de bacalao ya desalados por harina y lo freímos por ambas caras. Reservamos. Pelamos y cortamos las cebollas y los ajos a láminas y los refreímos en una sartén con bastante aceite de oliva . Cuando estén cogiendo colorcito añadimos los pimientos cortados a tiras y dejamos que se pongan blandos, pero no demasiado fritos.

En una fuente apta para el horno colocamos una capa del refrito de cebolla y pimientos y sobre ella los trozos de bacalao. Nuevamente encima del bacalao extendemos el resto del refrito y metemos la fuente en el horno precalentado a 180º. Si la cebolla está bien doradita el tiempo en el horno será menor, unos 10 minutos. Si no ha quedado demasiado dorada lo dejamos un poco más.

El secreto esta en que el refrito debe tener bastante aceite ya que esta será la única salsa que tenga el bacalao, así que sed generos@s.

Nosotros lo acompañamos con unas patatas fritas y un poco de arroz con verduras, pero eso es cuestión de gustos.

¡Ya me contaréis!

 

 

2 comentarios:

  1. tiene una pinta ese bacalao para quitarse el sombrero. nunca he ido a Portugal pero lo de visitar una aldea me encantaria. besos

    ResponderEliminar
  2. Lo cierto es que parece que retrocedes en el tiempo. Paz, tranquilidad y una estupenda convivencia. Eso es lo que yo siempre me traigo de allí. Besitos

    ResponderEliminar